domingo, 6 de enero de 2013

Llegó el día de hacerse mayor


Aún no me creo que tenga dieciocho años. ¡¡Qué viejo que soy!! Todo fue tan rápido que no me dio tiempo a disfrutar de nada. Qué lejos quedan ya los momentos donde lo más importante era pintar sin salirse de la raya. Hoy todo es tan diferente pero a la vez tan mágico que muchas veces me da que pensar... 
Dicen que a partir de aquí puedo hacer lo que me apetezca sin tener que dar explicaciones. También dicen que la vida cambia completamente, pero yo no quiero que cambie nada. Me siento bien siendo un niño así que, ¿por qué he de cambiar? Todavía quiero impedimentos en mi vida. ¿Qué sentido tendría poder hacer lo que quieres sin obstáculos? Todo sería demasiado fácil. Necesito adrenalina en mi cuerpo. Necesito saltarme las órdenes impuestas, romper las barreras de los imposibles y desafiar al mismísimo demonio. Quizás estoy un poco loco, pero es esa locura la que me da la vida día tras día.


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