Jaula sonora que hipnotiza mi mente cada vez que susurras que
quieres verme. Palabras que adornas con flores de plata, que caen por su peso y
flotan en mi alma. Rota monotonía en esa tarde fantasmal en la que no hice
nada, salvo hablar. Hablarte por primera vez con mi voz quebradiza y sólo
escuchar de fondo tu risa. Debida seguro al temblor del sonido que salió por mi
boca buscando un sentido. El sentido de todo lo que siento y nunca te digo.
sábado, 23 de marzo de 2013
Susúrrame al oído
sábado, 2 de marzo de 2013
Gracias por estar ahí
La verdad será ahora mi prioridad, mostrarme tal cuál y sin
telarañas que me cubran. Siento haber tardado tanto en confesarlo. Supongo que
las circunstancias cada vez se complicaban más y las excusas se me hacían
demasiado pesadas. El miedo al qué dirás fue durante mucho tiempo motivo de
somnolencia, motivo para no reír, porque de mentiras se formaba nuestra
historia sin principio ni fin. Quizá no parezca mucho pero al fin fui capaz de
sonreír, sin motivos para pensar, ya que lo hecho, hecho está.
Y no me arrepiento de ello, sino me apeno de no haberlo hecho antes. Puesto que no sé vivir si no es contigo, gracias por seguir ahí sin ningún motivo.
Y no me arrepiento de ello, sino me apeno de no haberlo hecho antes. Puesto que no sé vivir si no es contigo, gracias por seguir ahí sin ningún motivo.
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Felicidad ven a mí,
Pedazos de mí,
Vida nueva
jueves, 28 de febrero de 2013
Nieve de un día
Y cambió entero todo convirtiendo la
montaña en oro, oro blanco y reluciente. Cada copo que caía relucía con el Sol
que asomaba sin dolor. Una fina capa de escarcha empezaba a cubrir mis botas y
los copos seguían cayendo aquella dulce mañana. Poco a poco la nieve fue
dominando las calles, mientras una taza de chocolate calentaba mis gélidas
manos. El vapor de mi taza derritiendo iba los copos que en su interior caían.
Sin embargo, el Sol oculto tras las nubes ya no veía y un ensordecedor bramido
se acercaba a mis ojos. La taza calló ennegreciendo el suelo y mi cuerpo refugio
buscó aquella dulce mañana.
Ahora desde mi ventana vi llegar al viento y al
granizo golpeando todo cuanto a su paso habían visto. La nieve hundida por los
golpes quedaba, aprehendiendo en su interior canicas congeladas. La mañana
tornó álgida aunque las calles continuaban blancas como espejos. Pero con color
tan puro fácilmente contrastaban las nubes que de fondo veía cargadas de agua.
Tan oscuras como la sombra del árbol que tras mi casa había.
Minutos bastaron
para que desde mi ventana solo viera el cielo cayendo en forma de tormenta.
Rayos, truenos y una avalancha de agua surgiendo de la nada aquella mañana. Y
de pronto un sonido sobrehumano hizo estallar los cristales del fondo del
pasillo. Llegué con el pulso agitado y en el suelo todos los cristales
derramados. La ventana quedó libre y tras su marco un fuego azul que iluminaba bajo
la lluvia con su luz. El árbol había caído partido por un rayo, mientras su
fuego se apagaba en el reflejo de mi mirada.
lunes, 7 de enero de 2013
Créetelo
Mañana toca continuar con la rutina de siempre. Fuera las noches en vela y
los amaneceres de fantásticos sueños. Tienes que ponerte las pilas, recargar
energías y tirar hacia delante. Dejar todo para última hora no fue un buen
ejemplo. Debes sacrificarte por las personas que confiaron en ti todo este
tiempo. Tú puedes hacer lo que te propongas, sólo necesitas creértelo. Piensa
que sólo serán unos meses y después, libre de nuevo. Lo realmente importante, es
que taches cada día con una sonrisa en la cara por haber hecho lo que debías, y
cuando menos te lo esperes, todo habrá acabado. Esto va a salir bien, yo lo sé, tú lo
sabes. Porque no importa lo que ponga un papel, sino saber que eso, lo
conseguiste honestamente con tus dolores de cabeza, lápices rotos o bolígrafos
gastados.
domingo, 6 de enero de 2013
Llegó el día de hacerse mayor
Aún no me creo que tenga dieciocho años. ¡¡Qué viejo que soy!! Todo fue tan rápido que no me dio tiempo a disfrutar de
nada. Qué lejos quedan ya los momentos donde lo más importante era pintar sin
salirse de la raya. Hoy todo es tan diferente pero a la vez tan mágico que
muchas veces me da que pensar...
Dicen que a partir de aquí puedo hacer lo que me apetezca sin tener que dar explicaciones. También dicen que la vida cambia completamente, pero yo no quiero que cambie nada. Me siento bien siendo un niño así que, ¿por qué he de cambiar? Todavía quiero impedimentos en mi vida. ¿Qué sentido tendría poder hacer lo que quieres sin obstáculos? Todo sería demasiado fácil. Necesito adrenalina en mi cuerpo. Necesito saltarme las órdenes impuestas, romper las barreras de los imposibles y desafiar al mismísimo demonio. Quizás estoy un poco loco, pero es esa locura la que me da la vida día tras día.
Dicen que a partir de aquí puedo hacer lo que me apetezca sin tener que dar explicaciones. También dicen que la vida cambia completamente, pero yo no quiero que cambie nada. Me siento bien siendo un niño así que, ¿por qué he de cambiar? Todavía quiero impedimentos en mi vida. ¿Qué sentido tendría poder hacer lo que quieres sin obstáculos? Todo sería demasiado fácil. Necesito adrenalina en mi cuerpo. Necesito saltarme las órdenes impuestas, romper las barreras de los imposibles y desafiar al mismísimo demonio. Quizás estoy un poco loco, pero es esa locura la que me da la vida día tras día.
sábado, 5 de enero de 2013
Gracias por ser mi todo
Gracias por volver de la nada y
convertirte en mi todo. El 2013 acaba de empezar y ya soy el más feliz de la
Tierra. Aún me cuesta pensar que esto sea realidad después de tanto tiempo,
pero ahí estás de nuevo. Interpreto que llegó la hora en la que merezco un
hueco en ti pues hace mucho que formas parte de mí. Gracias de nuevo por
esperar con ansia mi respuesta. Me costó asimilar tu regreso y todo en mí sólo
eran temblores y nervios. De la noche a la mañana dejé de ser un alma en pena
gracias a tu medicina, y el escenario ya no era un sueño sino mi casa.
Ven
cuando desees, te esperaré para convertir el motor de mi corazón en el músculo
que aprovecha tu respiración.
jueves, 3 de enero de 2013
La fórmula de la alegría
Te necesito a ti. Sí, a ti. Tú que estás leyendo esto sin ni siquiera
conocerme. Tú eres la causa de todas mis preocupaciones, tú que miras esto una
y otra vez. Me dices que todo es muy bonito, pero sabes que no es verdad. Cada día escribía en aquella vieja libreta las penas que padecía para después escribirlas aquí. Todos los días
me destruía con cada palabra que ponía y todo por liberar a esta sombra
perdida. Pero a partir de este momento, aquí no verás escrita pena alguna. Porque
son demasiados meses sumergido en la melancolía. En este fastuoso año necesito
recuperar energías y ya tengo la fórmula.
Risas y alegrías.
Risas y alegrías.
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